Una Granja Orgánica

Nuestro enfoque de la agricultura es abierto y experimental; una mezcla de tradición e innovación, pero basado en principios de la permacultura y la biodinámica.

Y el ir y venir de voluntarios, expertos e invitados de todas las profesiones y condiciones sociales trae un pensamiento fresco, una especie de policultura filosófica que siembra nuevas ideas brillantes sobre mejores maneras de hacer las cosas en todas las áreas de la vida.

Producimos la mayoría de lo que comemos en la granja. La siembra de la huerta hortícola es de productos estacionales durante todo el año. Apostamos por la recuperación de variedades locales que nos devuelvan los sabores de antaño, como: lechuga, tomate, berenjena, mizuna, rúcula, zanahoria, chirivía, rutabaga o colinabo, hinojo, col, lombarda, judías, guisantes, habas, etc. Nuestra principal defensa frente a las plagas es que intentamos hacer una buena asociación de cultivo con plantas aromáticas entre ellos, plantas trampa que desvían la atención del huerto como son las capuchinas o tagetes que repelen la mosca blanca y el pulgón.

En 2020, empezamos nuestro proyecto más reciente ‘El Bosque de los Frutales’. Contamos con más de 50 variedades de árboles frutales. Con esta combinación se crea sinergia entre las especies, e intentamos imitar las características de un bosque natural para así mantener la fertilidad de la tierra. Tenemos algunas variedades antiguas como el Pero de Ronda, Manzana Reinetas blanca y gris, Manzana Miguela, Pardo Lindo, Albaricoque Moniquí y pequeñas Peras Castell, hasta duraznos, albaricoques, peras, membrillos, higos, castañas, ciruelas, cerezas y naranjas.

Creamos un jardín medicinal, inspirado en los antiguos jardines de los monasterios que servían de farmacias vivas, que contiene más de 350 especies de plantas curativas, calmantes y vigorizantes, utilizadas en alimentos e infusiones (así como lociones y bálsamos).

Nuestras aceitunas son cosechadas a mano y prensadas en cuestión de horas en nuestra propia almazara. Producimos aproximadamente 800 litros de aceite de oliva virgen extra al año. También cosechamos cientos de kilos de almendras para la leche y el aceite de almendras, así como para su consumo.

La Serranía de Ronda tiene una topografía privilegiada, con altitudes que llegan a los 1000 metros sobre el nivel del mar y la influencia de dos vientos provenientes del Mar Mediterráneo (Levante) y Océano Atlántico (Poniente) que colaboran junto con una diversidad de suelos a obtener uvas de mucha calidad. Los romanos ya se dieron cuenta y trajeron viñas hace más de 2000 años a Acinipo, la antigua ciudad de Ronda.

Pensamos que la vida en el suelo es lo más importante para tener una uva excelente calidad, además de adaptarse al cambio climático. Pretendemos ir más allá de la biodinámica y estamos enfocados en la viticultura regenerativa. Siempre hemos cultivado viñedos, en los inicios apostamos como en toda la zona por las uvas internacionales. Centrándonos en nuestro objetivo, hemos dado un giro buscando la autenticidad de la zona y recuperando variedades de Andalucía, el Mediterráneo y las que se adaptan a nuestro clima y suelos. Desde hace 18 años, tenemos 0,5 hectáreas de viñedos en producción con las variedades Petit Verdot y Blaufrankish. Esta última, aunque sea una variedad muy plantada en Austria y Alemania (Lamberger) se está demostrando que es una variedad que pertenece al Mediterráneo, y la muestra está en que se ha asentado muy bien en nuestro suelo. Además, estamos plantando nuevas variedades en otras localizaciones de la finca, hemos apostado por la Garnacha que es muy del Mediterráneo y puede dar grandes vinos.

En La Donaira conviven en armonía especies de animales muy diferentes que nos ayudan a equilibrar los sistemas. Tenemos gallinas que nos proporcionan huevos frescos cada mañana, así como ovejas y cabras para la obtención de leche y queso. Uno de nuestros principios fundamentales es la preservación de especies en peligro de extinción, por ello cuidamos y criamos al Burro Andaluz y la Vaca Pajuna, que habitan junto a nuestros caballos lusitanos, abejas, vacas wagyu, gansos u ocas.

Compartimos nuestro entorno natural con multitud de fauna silvestre ibérica, como el jabalí, corzos, venados, ciervos, aves rapaces como los buitres y águilas, que viven y crían dentro de la finca y a los que podemos ver sobrevolando muy a menudo. Multitud de pequeños pajaritos que nos alegran las mañanas con su canto, pero que difícilmente se dejan ver. La fauna salvaje supone una gran riqueza ecológica y medioambiental para a finca, todos los animales tienen su papel en la cadena trófica y en la conservación de la biodiversidad. Y siguiendo con nuestra misión de preservación de especies, hemos construido un voladero para criar perdices, codornices y faisanes e irlos dejando en libertad poco a poco, así como la construcción de más de 200 cajas nido repartidas por las 700 hectáreas para dar cobijo a multitud de especies de pájaros.

En La Donaira conviven en armonía especies de animales muy diferentes que nos ayudan a equilibrar los sistemas. Tenemos gallinas que nos proporcionan huevos frescos cada mañana, así como ovejas y cabras para la obtención de leche y queso. Uno de nuestros principios fundamentales es la preservación de especies en peligro de extinción, por ello cuidamos y criamos al Burro Andaluz y la Vaca Pajuna, que habitan junto a nuestros caballos lusitanos, abejas, vacas wagyu, gansos u ocas.

Compartimos nuestro entorno natural con multitud de fauna silvestre ibérica, como el jabalí, corzos, venados, ciervos, aves rapaces como los buitres y águilas, que viven y crían dentro de la finca y a los que podemos ver sobrevolando muy a menudo. Multitud de pequeños pajaritos que nos alegran las mañanas con su canto, pero que difícilmente se dejan ver. La fauna salvaje supone una gran riqueza ecológica y medioambiental para a finca, todos los animales tienen su papel en la cadena trófica y en la conservación de la biodiversidad. Y siguiendo con nuestra misión de preservación de especies, hemos construido un voladero para criar perdices, codornices y faisanes e irlos dejando en libertad poco a poco, así como la construcción de más de 200 cajas nido repartidas por las 700 hectáreas para dar cobijo a multitud de especies de pájaros. 


Dado que, probablemente este sea el único mundo habitable que podamos conocer. Unámonos para hacer que sea el mejor posible”.
Edward O. Wilson

MANIFESTO

Los científicos nos advierten que este planeta industrializado se dirige hacia el colapso ecológico. Pero creemos que, al unirse a la conversación global y las soluciones de crowdsourcing, es posible cambiar las cosas.